Cómo salir del laberinto de nuestros problemas

No sabemos cómo ni por qué. Pero hay personas que nunca parecen
tener problemas, personalidades que resuelven con éxito y tranquilidad
sus asuntos cotidianos sin mayor dificultad. Ahora bien, hemos
de admitirlo, hay problemas y problemas, y nunca será comparable lo que
uno sufre con lo que otro simplemente, esconde.
Pero no es fácil. La existencia a veces nos pone duras pruebas y muchas piedras en el camino. Y hemos de tener claro un aspecto: somos nosotros mismos quienes hemos de aprender a hacerles frente. Solo nosotros deberemos encontrar las fuerzas y el ánimo suficiente para salir de nuestro laberinto. Te damos a continuación, unas pautas generales para ayudarte. Para tenderte este hilo de Ariadna con el cual, encontrar la salida.
1. NO PUEDES CAMBIAR A LOS DEMÁS
2. EVITA EL CONFLICTO
3. CUESTIONA CADA PARTE DEL PROBLEMA
En realidad, todo problema está a su vez formado por muchos otros más pequeños. ¿Tienes problemas en el trabajo? ¿Por qué ocurre? ¿Es insatisfacción personal, problemas con los jefes, los compañeros, el trabajo te genera demasiado estrés? Cuestiona cada elemento de tus preocupaciones y ve al fondo del asunto, a la raíz misma de lo que te causa tanta ansiedad. No veas solo dicho problema como un túnel del que no puedes asomar, un laberinto sin salida. Divídelo en partes pequeñas y afronta cada uno de ellas hasta llegar a la solución.4. BUSCA LA RESISTENCIA INTERNA DE DICHO PROBLEMA
5. UNA DOSIS DE VALENTÍA
Lo más curioso es que, la mayoría de las veces nosotros mismos
ya sabemos en realidad cuál es la solución a nuestro problema. Tal vez
deba irme a otra provincia o a otro país en busca de un mejor trabajo.
Tal vez deba dejar a mi pareja actual en vista de mi infelicidad. Tal
vez deba cambiar de amigos. O tener un poco más de iniciativa
en las cosas. La solución está en ti, y sin embargo, no te atreves a dar
el paso. Y es que siempre cuesta, lo sabemos. Pero recuerda ante tdo
una cosa: que tienes derecho a ser feliz, y que para ello, todo esfuerzo
merece la pena. Recuerda también que en realidad, no hay problemas. Solo soluciones que no nos gustan…



