sábado, 18 de junio de 2011

Dolores premenstruales y menstruales





Mientras que para algunas mujeres la menstruación pasa casi inadvertida, para otras se convierte en un verdadero infierno. Dolores de cabeza, abdominales, cólicos, diarreas, irritabilidad, se convierten en el pan de cada mes. Si es tu caso, no te resignes, tienes que saber que hay cosas que pueden aliviarte y ayudar a mejorar tu calidad de vida en esos días.


No hay que resignarse
Por mucho que tengamos asumido que la regla es un estado natural de la mujer, y por mucho que nos enfrentemos ante ella con una actitud positiva, como recomiendan los médicos, hay momentos en es imposible controlar el dolor o la molestia. Los calambres, la incomodidad, el mal humor, son los efectos de una condena que se ha de sufrir todos los meses y que altera hasta la calidad de vida, pues genera trastornos en las relaciones con los demás, disminuye el rendimiento laboral e incluso genera un continuo estado de angustia ante la llegada de la próxima menstruación.
Por ello, no hay que resignarse. Los dolores premenstruales y menstruales se pueden paliar e incluso anular, simplemente tomando unas medidas preventivas adecuadas. 




El síndrome premenstrual
Después de la ovulación comienzan los primeros síntomas, llamados premenstruales, para el 90% de las mujeres en edad fértil. Son una combinación de cambios físicos y psicológicos que duran de una semana a diez días antes de la menstruación.
Si tú eres una de ellas, estos síntomas te sonarán:
 Cambios físicos: aumento de peso, hinchazón de abdomen y pecho, presencia de nódulos transitorios, alteración en el tracto intestinal (estreñimientos), dolores de cabeza, vértigos, dolor de las articulaciones o musculares, insomnio o hipersomnio, calambres, infección urinaria...
 Cambios emocionales: cambios bruscos de humor, irritabilidad, depresión, ansiedad, enfados, agresividad, llanto fácil, intranquilidad, disminución de la memoria y capacidad de concentración, falta de autocontrol...
Pero aunque en estos días te sientas triste sin motivo alguno, ¡cuidado! no achaques a la regla todo lo que te pasa. Hay cosas que no tienen que nada con ella.


Dismenorrea
Después del periodo premenstrual, entre el 30 y el 50% de las mujeres sufren ‘dismenorrea’ o menstruaciones dolorosas. Aunque la mayoría de las mujeres las han padecido alguna vez en su vida.
Los síntomas comienzan unas horas antes de la menstruación y se prolongan, más o menos, hasta 48 horas de iniciarse la regla.
La dismenorrea primaria, que es la más habitual, no se sabe muy bien a qué se debe. Puede ser causada como resultado de las fuertes contracciones del útero para la expulsión del contenido en el proceso normal de la menstruación. Puede ser debido al exceso de producción de las hormonas prostaglandinas, las cuales sensibilizan las terminaciones nerviosas frente al dolor. O puede ser por la descompensación entre estrógenos y progesteronas que se producen en estos días. 



Si se padecen fuertes dolores menstruales hay que acudir al ginecólogo para que determine si hay alguna afección o enfermedad que los esté provocando
Dismenorrea secundaria 
Pero existe una dismenorrea secundaria cuyos síntomas se deben a ciertas enfermedades genitales, tales como:
 Endometriosis (tejido del útero que crece fuera de él).
 Inflamación de la pelvis (una infección bacteriana que entra en el útero y se puede extender a las trompas de Falopio, ovarios y otros tejidos de la región pélvica).
 Estenosis cervical (estrechamiento de la abertura del útero).
 Tumores, también llamados fibromas o quistes, en el útero.
Por eso, si se padecen fuertes dolores menstruales hay que acudir al ginecólogo para que determine si hay alguna afección o enfermedad que los esté provocando. 




Dolores de espalda
La regla no tiene por qué ser dolorosa. Una visita al ginecólogo puede acabar con las molestias o al menos paliará los síntomas
Dolores menstruales
Las molestias menstruales suelen ser como las premenstruales, pero más intensas. Entre sus síntomas cabe destacar:
 Dolor de cabeza.
 Dolor intenso de abdomen, que puede irradiar a la parte inferior de la columna y muslos, normalmente es de tipo cólico (aumenta y diminuye de intensidad).
 Náuseas, vómitos, diarrea, calambres, sudoración.
 Necesidad frecuente de orinar.
 Dolor en las relaciones sexuales, frigidez o, en menor proporción, ninfomanía.
 Cambios de humor, irritabilidad, nerviosismo, depresión.
 Falta de energía.Existen unos factores de riesgo que hacen que unas mujeres sean más propensas a padecer dismenorrea que otras:
 Historia familiar de dismenorrea.
 Falta de ejercicio físico.
 Abuso de cafeína, de alcohol y de tabaco.
 Enfermedades inflamatorias de la pelvis.
 Estrés y estado mental, emocional y afectivo alterado (estos aspectos psicológicos no es que causen dismenorrea, pero sí disminuyen la efectividad de cualquier tratamiento).
Pero la regla no tiene por qué ser dolorosa. Una visita al ginecólogo puede acabar con las molestias o al menos paliará los síntomas, que mejorarán tu calidad de vida en estos días.



Prohibida la automedicación
En ningún caso es recomendable la automedicación, especialmente, si el dolor es fuerte e incapacitante.
Tratamientos convencionales
El ginecólogo suele aconsejar tratamientos a base de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios con paracetamol o ibuprofeno. Suelen ser los más efectivos contra el dolor. Eso sí, suelen se más eficaces cuando se toman con los primeros síntomas.
Pero si las molestias son muy fuertes, el ginecólogo te puede indicar un tratamiento hormonal que de alguna forma regule esa descarga de hormonas. Es decir, la píldora, inhibidora de la función de ovulación, también es muy efectiva en casos severos.
Muchas mujeres al tener un hijo igualmente notan una notable mejoría. Y con la edad de igual forma se van atenuando los dolores premenstruales y menstruales.
Pero en ningún caso es recomendable la automedicación, especialmente, si el dolor es fuerte e incapacitante


Remedios naturales
Hay mujeres reacias a tomar medicamentos y se decantan por los remedios naturales, los de las abuelas. ¿Quieres conocer alguno de ellos?
 Un buen orgasmo. Hacer el amor o masturbarse es un buen remedio, además totalmente natural, porque el orgasmo ayuda a paliar los dolores.
 El ejercicio. Hacer ejercicio de forma regular también ayuda. Pero en esos días, nada de ejercicios bruscos, decántate por actividades físicas leves como caminar o nadar, que favorecen la circulación.
 Una alimentación específica. Ingiere en esos días alimentos saludables y evita los que provocan malestar intestinal. Elige frutas, verduras y alimentos ricos en hierro, que compensan la pérdida de sangre y ayudan a superan esa sensación de agotamiento propia de la menstruación. Incluye mucha fibra y evita los alimentos ricos en grasas saturadas, ya que potencian el efecto negativo de los estrógenos sobre tu cuerpo (dolor e hinchazón). Restringe el consumo de sal y los azúcares simples, que provoca hinchazón y aumento de peso. Come menos comida, pero más frecuentemente.
 Beber mucho agua. Al menos 8 vasos al día, ayuda a combatir la hinchazón. También las infusiones de salvia y manzanilla son muy eficaces, ya que tienen efecto antiinflamatorio y calman los dolores ováricos. Evita el café y las bebidas excitantes, además del alcohol, ponen nerviosa y dificultan la absorción de hierro.
 El calor. Con una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente, en el abdomen o riñones, disminuye el dolor.
 Asientos de agua caliente. Con 10 o 15 minutos diarios, se mejora la sintomatología. También en estos día, intensifica la higiene y el aseo personal, no hagas caso a las abuelas que decían que con la regla era malo bañarse. Te sentirás mejor contig

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